jueves, 10 de octubre de 2013

La Oración...

Escrito por Clemente Sobrado

“Pidan y se les dará, busquen y hallaran, llamen y se les abrirá; porque quien pide recibe, quien busca halla; y al que llama se le abrirá”. (Lc 11,5-13)

Diera la impresión de que a Jesús: Le encanta ponerle obstáculos a la oración. Le encanta poner dificultades en el camino de la oración. Pero a la vez destaca:

que por encima de todo, siempre se logra lo que se pide.
que para orar hay que ser constantes.
que para orar hay que ser más fuertes de las dificultades.

Por eso define la oración con tres verbos y sus consiguientes efectos:

Pedir. Al que pide se le da.
Buscar. El que busca encuentra.
Llamar. Al que llama se le abrirá.

Es que la oración es pedir.

Es reconocer lo que nos falta y necesitamos.
Es ponernos delante de Dios que pobres.

La oración es buscar.

Porque esa es la condición del hombre.
El hombre es que se pasa buscando toda su vida.
Busca la fe, la esperanza y la caridad.
Busca a Dios sin el que no puede vivir.
Busca la verdad sin la cual la vida es una apariencia.
Busca la salvación.
Busca el perdón.

La oración es llamar.

Orar es llama al corazón de Dios.
Orar es llamar a la puerta del corazón de Dios.
Orar es llamar a la puerta del cielo.
Orar es llamar al corazón del amigo.
Orar es llamar a los que está dentro.
Orar es llamar a los que se han quedado fuera.
Orar es llamar a los que se niegan a entrar.
Orar es llamar pidiendo el perdón.
Orar es llamar pidiendo la misericordia y comprensión.

Un bello esquema de oración

Con frecuencia los libros y los mismos maestros del espíritu nos complican demasiado la oración.

Y por eso mismo muchos se desalientan.                                                                
Jesús nos propone un método sencillo.                                                                  
Tan sencillo que todos lo sabemos sin complicarnos para nada.

Para cuantos dicen que no saben orar. ¿No sabes pedir?
Para cuantos encuentran dificultades para orar. ¿No sabes buscar en tu corazón?
Para cuantos no saben qué hacer en la oración. ¿No sabes llamar a Dios?

Señor: que cuando me pidas, sea generoso en darte.                                              
Señor: que cuando me busques, no me esconda de ti.                                            
Señor: que cuando me llames, esté pronto en responderte...

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